miércoles, 21 de septiembre de 2011

Primavera de los años

La magia es un viento que sopla de misteriosas maneras. Imposible diferenciar desde qué dirección viene. Arriesgando como tirador de dardos inexperto que soy, diría que su dirección es del exterior hacia el interior. Como la musica, como el amor. Aquel está en el aire y nos interpela de maneras invisibles (+metafisica). Pero maneras de ninguna manera despreciables. Los seres humanos son relativizadores de las emociones, crean canales donde buscan explicaciones, traer al mundo para analizar. Y tal vez hoy, un dia del estudiante cualquiera, esperando el equinoccio de primavera, no se trate de fechas y calendarios realmente.

Abriendo un poco la herida que deja ese "realmente" (palabra con astillas) la vida son muchos ojos, muchas estrellas desde el cielo observandonos (espectadores ellos). Ocultadas de dia, de noche espectantes de los amantes aventureros, de los desafiantes del orden moral y sobre todo de los locos para los que las estrellas son solo magicas.

Perdimos esa conexion directa con la magia. Para experimentar necesitamos cada vez de mas artilugios, quiénes como consecuencias tecnicas nos alejan un poco mas.

Y los vientos interiores se desvalorizaron. Cada vez hay menos naufragios, cada vez mas encuadres. Montaje de magia. Secuencia decadente. En algun momento alguien se dará cuenta ( debe estar sucediendo en este momento) de la crisis de la magia. Y se busquen salidas por diagonales, para adentro mas que para afuera. Primeros planos de la imaginación.

El campo de la primavera, donde todo es verde y aspira ese aire magico. Dónde muchos ven pero pocos oyen (y viceversa). Uno y sus miedos se reencontrarán, recordando la esperanza y el fuego de los años.

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