Dentro de una esfera, de dónde cuelgan innumerables cantidades de otras esferas de similares colores, en una habitación de una casa cualquiera de Glew, Trelew, Neuquen, muy por entre el aire con cierto aroma a humedad (Sweet Home Buenos Aires) flota, como en suspención cósmica, algo que podría llamarse un "alma". Las dudas del podria y ciertas supociciones que son carne para años metafísicos pueden remitirse al momento en el que quiso fotografiar esa inmensidad; la risa de mis parientes quienes, posterior al almuerzo, a copas de vino (a futbol, sexo, religión, política y algo de farandula) y sobre todo, luego de mostrar mi apasionante descubrimiento (¿Tragedia?) un tío se atoró con el carozo de una cereza ocasionando el pánico de la mesa. De no haber sido por años de tradiciones míticas adquiridas por mi abuela, todo esto podría haber sido una tragedia.
Y sentado en una vieja mesa redonda, plástica, con marcas de nostalgia escribo, nace, este relato. Hay que circunscribir que a medida que la tinta prosiga su inmutable lenguaje celestial en la que un alma en pena, desorientada, buscará un rumbo, (todavia no se cuál). Y en ese Universo realmente imaginario irá cambiando, mutando ¿Destrucción u utopia?
Esto es lo que considero como otro monton de cosas que compone lo que yo felizmente llamo basura literaria; tristes brillantes amarillentos que marcan a fuego una parte que no podemos ver, que luego radicará en lo que no sabemos, hasta el momento en el que nos fundimos con la naturaleza o volamos por la ventana.
Inseperables serán mis palabras del corazón, quién se encuentra en el fondo del tarro. Siempre la dedicación de mis líneas a quién es precursora inconsciente de este encadenamiento de letras, símbolos, silencios y espacios llenos de vida. Probable que me obligue a salir de este agujero sólo, con la ayuda de seres mitológicos, otros no tanto...
He aqui emprendo mi aventura imaginaria, no se si es del orgullo mío. A veces simplemente hay que dejar que fluya.
Y sentado en una vieja mesa redonda, plástica, con marcas de nostalgia escribo, nace, este relato. Hay que circunscribir que a medida que la tinta prosiga su inmutable lenguaje celestial en la que un alma en pena, desorientada, buscará un rumbo, (todavia no se cuál). Y en ese Universo realmente imaginario irá cambiando, mutando ¿Destrucción u utopia?
Esto es lo que considero como otro monton de cosas que compone lo que yo felizmente llamo basura literaria; tristes brillantes amarillentos que marcan a fuego una parte que no podemos ver, que luego radicará en lo que no sabemos, hasta el momento en el que nos fundimos con la naturaleza o volamos por la ventana.
Inseperables serán mis palabras del corazón, quién se encuentra en el fondo del tarro. Siempre la dedicación de mis líneas a quién es precursora inconsciente de este encadenamiento de letras, símbolos, silencios y espacios llenos de vida. Probable que me obligue a salir de este agujero sólo, con la ayuda de seres mitológicos, otros no tanto...
He aqui emprendo mi aventura imaginaria, no se si es del orgullo mío. A veces simplemente hay que dejar que fluya.
